Un alto presupuesto y unas obras en casa retrasan, sin duda, la decisión de reformar cualquier estancia. Y la pereza por llevar a cabo una se intensifica cuando se trata de cambiar el estilo decorativo de nuestro baño. No obstante, existe una manera de modernizar el aseo de casa sin necesidad de obras ni que le duela demasiado al bolsillo: el papel pintado.
Además de resultar una opción cómoda y barata para transformar el baño, este material aporta a la estancia una mayor sensación de amplitud. Así que si tu baño es demasiado pequeño, un papel pintado de tonos suaves o color blanco parecerá darle unos cuantos metros cuadrados más.
De igual forma, el papel pintado se puede colocar en zonas caracterizadas por la humedad. En este caso, hay que utilizar uno de material vinílico, que además de resistir la humedad, es fácil de limpiar.
Hay que tener en cuenta asimismo que no vale cualquier diseño de papel. Lo más lógico resultará elegir un motivo decorativo que se halle en consonancia con el estilo del resto de la casa. Si te gusta lo atrevido deberás colocar papel pintado en una sola de las paredes, mientras que si prefieres tonalidades más suaves, puedes aplicarlo en toda la estancia.